Las alfombras siempre son un elemento a tener en cuenta al momento de pensar ideas para re-decorar nuestra sala principal o añadirle un toque personal a nuestros ambientes. No obstante tenemos que pensar bien que también requieren aseo frecuente (incluso más que el resto de la casa) puesto que acumulan, tierra, polvo y ácaros mucho más rápido que las demás piezas de decoración.
Existen miles de tipos de alfombras, texturas, colores, formas, telas, patrones, tamaños, fibras, etc. Es por ello que antes de colocar, tenemos que saber algunas características para evitar poner una de éstas en un lugar equivocado o inconveniente.
Las alfombras que cubren toda la extensión del suelo, suelen llevar un zócalo que acompaña y reciben el nombre de “moquetas”. Las alfombras de tipo “modulares” o de baldosas son esos pequeños cuadros con base de caucho que se instalan al igual que las moquetas, pero sin tener que usar cemento para adherirlas al suelo. Se pueden cambiar fácilmente.
Las llamadas “carpetas” son aquellas que se apoyan sobre el suelo, las clásicas, las que todos conocemos y tienen distintos tamaños, colores y generalmente son muy útiles para determinar espacios y son las más utilizadas en la decoración de interiores.
En cuanto a las texturas podemos tener las alfombras con “buclé” que son aquellas que parecen tener rulos todos de la misma altura (son las más sencillas de limpiar porque todo el polvo se queda en la superficie). Aquellas que tienen el pelo cortado, son muy suaves al tacto y pueden ser realmente caras, dependiendo de la cantidad de hilos.
Es por esto que hay que conocer cada elemento que vamos a utilizar en nuestra decoración porque tenemos que saber que no todas las alfombras se instalan del mismo modo y en los mismos ambientes con la misma decoración.
Las alfombra son un elemento muy interesante pero requieren de una higiene que no todos cumplen, hay que lavarlas, aspirarlas y demás. A mi m encantan vaya!