La orientación: Antes de la distribución o el tono de las paredes, debes estudiar la orientación la cual está situada tu casa. En las zonas orientadas al sur y al este, aprovechando la luz de la mañana, lo mejor e ideal es ubicar la cocina y el comedor. En las que dan al oeste, lo más aconsejable es poner el salón y el estudio, y las que dan al norte hacer incapié con el dormitorio.
Debes planificar tu recorrido: Según la orientación de tus estancias y la distribución de tus ventanas, asi como separaciones interiores, debes intentar conseguir el maximo de luz natural en tu espacio. Para poderlo observar mejor lo ideal sería hacerlo con la casa vacía.
Aprovechar las horas de sol: Debes fijarte en especial las horas de coincidiencia real de sol en todas tus estancias. Esto te será de gran ayuda a la hora final de la distribución de tu mobiliario y en las zonas de más actividad en tu casa.
Tus perfiles: Una de las ventajas de ganar (digamos) en sensación de amplitud, es sin lugar a dudas pintar (en caso de madera) la carpinteria de las ventanas del mismo tono o color de las paredes.