El mar, el vaivén de las olas, la playa, dejan una impronta difícil de olvidar no sólo en la retina. El golpear del agua sobre las rocas, la arena mojada, el rugir del viento los días de tormenta, atraen todos nuestros sentidos.
Peces, gaviotas, arena, agua, caracoles y un azul intenso nos acercan al mar. Sólo nos falta cerrar los ojos e imaginar que nos trasladamos hacia el, desde nuestro propio hogar.
Quien este año no pueda hacer una escapada hasta la playa siempre tiene el recurso de conseguir que el mar desemboque en su hogar, gracias a los complementos que puede incorporar a la decoración.
La firma Pottery Barn está volcada hacia la producción de elementos decorativos con una única temática: el mar. Toallas, vajillas o candiles recuerdan las noches más veraniegas con cenas al aire libre, donde el aroma de un sabroso pescado fresco a la brasa se incorpora con la mayor naturaleza.
Lo más sencillo es ambientar una mesa, ya que los platos serigrafiados con motivos marinos empiezan por ser la mejor manera de ir entrando en un clima marinero muy real, asi también como las servilletas que son de papel y tienen motivos marineros, constituyen el acompañamiento perfecto.
Para los más exquisitos, aquellos que no quieran perderse el sabor salado de langostas o cangrejos, las pinzas y patas de estos crustáceos son elementos indispensables para sentarse a la mesa, que además incorpora un pequeño tridente para sacar la carne de su interior y así los comensales lo tendrán mucho más fácil.
Y por último para quienes quieran dormir al amparo del tenue sonido del mar, la firma americana consigue una propuesta dulce y acogedora: ropa de cama con estampados de caracoles, ostras y algas en tonos coral, azul o piedra, sobre blanco.
